sábado, 20 de octubre de 2012

EL COLISEO ROMANO DE VESPASIANO





El emperador romano, que cambió completamente la política imperial especialmente a través de reformas financieras que acabaron con el sistema despótico que había dominado el periodo de la dinastía julio-claudia -especialmente bajo Calígula y Nerón- fue también el primero de origen "humilde", resalta una nota de la Superintendencia.
Frente a la aristocracia que representaba la dinastía julio-claudia (27 a.C.-68 d.C.), Vespasiano nació en el territorio de Sabina, al norte de Roma, era descendiente de un banquero y ascendió al poder aclamado por sus soldados, después de la exitosa campaña contra los judíos, en 66 d.C.
Sus primeras medidas pretendieron ganarse al pueblo romano, devolviendo a la ciudad espacios que Nerón había ocupado con su residencia privada, la 'Domus Aurea'. En estos terrenos los emperadores Flavios crearon unas termas, drenaron el lago artificial de la 'Domus Aurea' y construyeron en su lugar el edificio popular por excelencia de la antigüedad romana: un anfiteatro.
Aunque Vespasiano lo encargó, nunca pudo verlo completado, y fue su hijo Tito quien inauguró el Anfiteatro Flavio -más conocido como Coliseo-, en 80 d.C., con cien días y cien noches de juegos en los que se mataron más de 5.000 animales.
No fue, sin embargo, el festival más sangriento que vivió este anfiteatro en sus tiempos de gloria, ya que Trajano celebró su conquista de la Dacia con 117 días de juegos, en los que, se cuenta, participaron 9.000 gladiadores y 10.000 animales.

El Coliseo se usaba para peleas de gladiadores así como una gran variedad de eventos. Los espectáculos, llamados munera, siempre eran patrocinados por ciudadanos en vez de por el Estado. Tenían un fuerte elemento religioso pero también eran una demostración de poder e influencia familiar, y resultaron ser increíblemente populares en la plebe. Otro espectáculo popular era la caza de animales, o venatio. En ella se usaban una gran variedad de bestias salvajes, la mayoría importadas de África, e incluían rinocerontes, hipopótamos, elefantes, jirafas, leones, panteras, leopardos, cocodrilos y avestruces. Las batallas y la caza se representaban en escenarios con árboles y edificios movibles.


Tras seis años de trabajos en los que participó un auténtico ejército de artesanos, todo estaba a punto para que el emperador Tito ocupase su lugar, en la tribuna imperial. Corría el año 80 d.C y Roma estaba atestada de visitantes llegados desde todos los rincones del imperio para asistir a la inauguración del Coliseo, construido bajo la dinastía de los Flavios, fundada por el emperador Vespasiano, padre de Tito. Durante los 100 días siguientes la multitud allí congregada disfrutó de una verdadera orgía de sangre, producida por el sacrificio de numerosos animales y hombres.

El edificio es hoy una de las más impresionantes ruinas romanas. Su gigantesco anfiteatro (190 x 155 m) adopta su nombre de la palabra latina colosseus (colosal), pero no en alusión a su tamaño sino al hecho de haber sido construido junto a una colosal estatua del emperador Nerón. El proyecto fue concebido por Vespasiano, que reconstruyó gran parte de la ciudad tras el caos provocado por Nerón (6979). Para ello eligió el centro de la ciudad, donde Nerón había construido una mansión junto a un lago artificial.

En primer lugar se vació el lago en las aguas del Tíber. Los cimientos de hormigón se introdujeron a 5.5 m de profundidad en el lecho del río, cubierto con una capa de gravilla. A continuación se levantaron 80 paredes de hormigón para construir el perímetro del óvalo que rodea la pista; las paredes soportaban el peso de las gradas de mármol, que alcanzaban una altura de 48 m. Para la construcción de las paredes se empleó un tipo de caliza blanca o de color claro extraída en las canteras de los alrededores de Roma.

El Coliseo se construyó con una cantidad de piedra y argamasa equivalente a la de tres catedrales medievales: 750,000 toneladas de piedra tallada, 8,000 toneladas de mármol y 6,000 toneladas de hormigón. No se pasó por alto ni un detalle en lo que a comodidad se refiere. Se colocaron en las gradas toldos y cojines de seda y, según cuenta el poeta Calpurnio, de las fuentes manaba agua perfumada.

En la arena del Coliseo romano se celebraron todo tipo de juegos durante 400 años. Entre los espectáculos favoritos del público figuraban las luchas de gladiadores, un combate a muerte entre hombres o entre hombres y bestias salvajes. La mayoría de los gladiadores eran esclavos, criminales o prisioneros de guerra, aunque también había profesionales. Los juegos congregaban inmensas multitudes, pero su popularidad comenzó a declinar durante el reinado de Constantino (32437). Los últimos combates de gladiadores se celebraron en el año 404.



Cuando Vespasiano murió en el 79, el Coliseo ya estaba completo hasta el tercer piso. Su hijo Tito terminó el nivel superior e inauguró el edificio en el 80. Dión Casio dice que se mató a más de 9000 animales salvajes durante los juegos inaugurales del anfiteatro. Más adelante se remodeló el edificio bajo el mandato del hijo pequeño de Vespasiano, el recientemente nombrado emperador Domiciano, quien construyó el hipogeo, una serie de túneles subterráneos que se usaban para alojar animales y esclavos. También añadió una galería en la parte superior del Coliseo para aumentar su aforo.


En el 217, el Coliseo fue gravemente dañado por un gran incendio (causado por una tormenta eléctrica, según Dión Casio) que destruyó el suelo de madera en el interior del anfiteatro. No se reparó del todo hasta el 240 y se siguió remodelando en el 250 o 252, y de nuevo en el 320. Una inscripción recoge que varias partes del Coliseo fueron restauradas por Teodosio II y Valentiniano III (que reinaron del 425 al 450), posiblemente para reparar los daños que causó un terremoto en el 443; y se realizaron más obras en el 484 y 508. La arena se seguía usando para competiciones hasta bien entrado el siglo VI, registrándose la última pelea de gladiadores de la historia cerca del 435. La caza de animales continuó por lo menos hasta el año 523.



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